26 de julio de 2014

Papelâo

Si me dicen que anoche dirigió Berti, no solo no me sorprende sino que asiento.

Las apuestas de Raggio para este partido salieron todas mal. El equipo siguió siendo la misma cosa predecible y exasperantemente irresoluta de siempre (solo pateó dos tiros al arco en todo el segundo tiempo). Y no es que se sobró el partido porque jugamos contra un equipo del TAA, la verdad es que no sobra nada manteniendo esta forma de juego, que en el último tiempo sólo ha sido chocarse contra la pared una y otra vez, sin la mas mínima variante y bajo una improvisación total. El equipo del Tata funcionaba bajo movimientos completamente estudiados y ensayados. Desde la llegada de Alfredo, el equipo no solo perdió movilidad y frescura en ataque, sino que el funcionamiento colectivo ya no es tal, son todas corajeadas individuales o a lo sumo de a dos, en las que solo Bernardi (si, roto y con un millon de años) y Ponce saben realmente que es lo que estan haciendo. 

Se para como el Colo Ré, da el pase como Almaraz

Realmente duele tener que estar diciendo todo esto, pero mas duele invertir tiempo, dinero y ganas en viajar para ver a un cuadro anodino, que pulverizó en 90 minutos todas las expectativas renovadas. Bueno, por un año ya no volveremos a viajar de visitante, ese hermoso ritual leproso de movimiento masivo de gente por las rutas del país, colapsando las estaciones de servicio y las cabinas de peaje, nada preparadas para semejante masa, y muchos correligionarios rojinegros parando al costado de la ruta para el típico asado, vino y algun que otro efecto personal conocido como orín (contamos 5 solo en el viaje de ida, un poco mas de carpa muchachos). Ademas de todo esto pasaron cosas como:

  • El mudo desperdiciando una y otra vez sus chances de seguir en Primera y no terminar como Ferracuti, yendo a cortar a cualquier lado, perdiendo y descuidando su espalda para que sucedan los desastres. Quienes tenían que relevarlo se quedaron con el auto en la Ruta 70, cerca de Pilar, pero mandaron saludos para todos.
  • Victor Lopez se manda una cagada demencial regalando el empate en una pelota que era tranquila para que la retuviera Hoyos
  • A las archiconocidas dificultades del Kichu Diaz para jugar de 3, se le sumó una lentitud alarmante, no sabemos si es por la pretemporada o por un nuevo aumento en las naftas que hizo que tuviera que rebajar el combustible con alcohol al 70%
  • Cuando la agarra Ortiz te tiembla el joystick
  • Ojalá los mismos psicólogos que se dedicaron a analizar las mordidas de Luis Suarez se preocupen en estudiar los gestitos de Tonso cuando vamos perdiendo
  • Fidel nos mandó al Castro gusano e imperialista (?)
  • La joya Isnaldo se acerca cada día mas a las mesas de bijou que vende el pibe de Niger en peatonal San Martin
  • Maxi cuando nos meten el segundo gol empezó a pensar "como no me quede en mi casa viendo el penal contra Holanda en HD..."
  • Llegó un momento del segundo tiempo en el cual nuestra única esperanza era que Larry Saldaña se calzara la 18 y se metiera a la cancha. Nadie hubiera sospechado que no era en realidad HORACIO hasta que diera dos pases consecutivos bien...
  • El embrague de carozo patinaba, los cambios entraban tarde y mal
  • Que Nacho entre a jugar asi como está, con jet lag y todo, que ni siquiera pueda pasar por su casa a dejar el pasaporte.
Párrafo aparte para el operativo de seguridad, tan brillante como la pelada de Bonfatti. Los hinchas leprosos y tallarines se cruzaban por la misma vereda y el unico inconveniente que se registró fue el poco agradable hecho de escuchar a gente referirse a su mismo equipo como taiere incluso en los cánticos característicos. Todo lo sucedido anoche en esa ciudad europea llamada Rafaela demuestra que es estúpido e ilógico que no haya visitantes en el torneo doméstico. Un fuerte abrazo le enviamos desde acá a Berni.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te dejo un Miramontes, no va un Mansito porque pusiste "que duele invertir tiempo y dinero a un equipo adonimo" aca se viaja y se alienta sea cual sea el equipo, se venga primero, septimo o último.